Hoy, después de ducharme, cuando estaba visitiéndome en el baño entró mi hermano de 6 años a ducharse. No me sentía especialmente guapa y mirándome al espejo dije en voz alta: "¡Uff, qué fea me veo". A lo que contestó mi hermano "Bueno, después de 21 años deberías estar acostumbrada".
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